El primer mes del año se me ha ido demasiado rápido. Aun recuerdo estar planeando qué cocinar para navidad y ya hasta pasó otra de las mejores fechas para comer del año: La Candelaria.
Enero se me fue con movimiento, ir y venir de ideas, gente, lugares y con un eclipse el cual logre capturar en algunas imágenes.
Fue algo complicado pues no cuento con un espacio para hacer fotos al cielo que sea privado así que estuve en un lugar público con pasto, algunos excrementos de perro por aquí y por allá de los cuales me debía de cuidar para no pisar o poner el tripié de la cámara. Escuchaba algunos perros aullar a lo lejos y me temía que vinieran de curiosos para saber lo que hacía.
El frío de la noche me incomodaba de manera extraña, era como si esperara a que algo malo sucediera pero afortunadamente nunca paso algo más que la aparición de un par de vecinos los cuales me aconsejaban la mejor posición para hacer la foto mientras sacaban fotos con sus celulares y mirábamos al cielo apreciando el espectáculo.
Hice un par de fotos, nada increíble o que me dejara contento hasta que se me ocurrió mezclar la luna con el ir de los aviones que acompañaban el paisaje aquella noche, creo que la sensación de que algo malo pasaría no me dejo disfrutar para nada la experiencia pues estar solo con la cámara no me agradaba.
Enero se me ha ido entre las manos y deseo que Febrero sea aun mejor. Aquí comparto las mejores imágenes de aquella noche que en un par de días será un recuerdo y nos diremos “¿eclipse? ¿Cuál eclipse? Aahh es verdad, aquel que pasó… este… este año, fue por mayo ¿no? O no?”